Conocía este cuento gracias a una reseña en el periódico hacía ya tiempo, y desde el primer momento tuve claro a quién iría dirigido, con qué propósito y en qué momento se lo regalaría. Daría la noticia de que algo nuevo me estaba pasando acompañado de este tesoro.
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Un cuento delicioso escrito e ilustrado por Raquel Díaz Reguera, donde seguro encuentras a más de una abuela para una misma, porque, por ejemplo mi abuela es…
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… es una abuela curapupas, o también conocida como abuelas abrazables, diseñadas para que al estrecharlas se te diluyan los miedos…
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… también fue en su momento una abuela jardinera, que tenía sus flores siempre a punto ya las que cantaba todos los días…, allí donde van, llevan la alegría con sus canciones, sus abrazos son cariñosos como enredaderas, y sua mor es como el de una hoja pernne, para toda la vida…
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… y también es una abuela musical, que le encanta cantar a sus bisnietos canciones de su infancia, una zarzuela o lo que se le ponga en mente…
… pero ante todo, mi abuela, es una abuela reina, o lo que se conoce en el mundo de la abuelología como aquella que todo lo sabe, es capaz de aglutinar a toda su descendencia alrededor de mesas donde nunca falta de nada…., pero también es abuela cuentacuentos, y muy abuela regalona, regaloneando todo lo que ve, se dice de ellas, que son más caprichosas que sus propios nietos y tan generosas que le salen amigos por todas partes….
Bueno, mi abuela está muy viejita ya y todas sus cualidades se han visto limitadas a escuchar básicamente. Con la cabeza en su sitio es la reina de la familia, y aunque le echemos la culpa al rimo de vida, tenemos que cuidarla, porque no se nos olvide a ninguno, de ella partimos todos, de su esfuerzo en aquellos tiempos tan difíciles, de la dedicación a nuestros padres, y de estos a nosotros… sin ella, sin la súper abuela, no existiríamos, simplemente…
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Feliz semana, estos días ando un poco constipada y el pez globo no puede remojar los pies…
petitcares 