En dos días, las vacaciones brillarán, para muchos, al máximo. Volarán corbatas, uniformes, horarios y rutinas.
Tiempo necesario para recapacitar y comenzar con fuerzas, con nuevas energías y con otro talante.
No es mi caso, que escapo un poco más tarde, para alargar el deseo, para disfrutar cuando los motores empiezan a calentarse. Y aprovecho el relax de la ciudad, para trazar nuestro plan, para dibujar el camino…, prometo dejarme llevar.
Disfrutar del lujo de no esperar colas, o, de tener que reservar con una semana de antelación en este monstruo de ciudad, que parece cerrar sus fauces durante un mes.
Y así, pasaremos los días, engañando a la cabeza con planes que decoran falsas vacaciones… Y así, vamos descubriendo, nuevos rinconcitos.
Tiempo para disfrutar del terraceo, como por ejemplo, en la misma Casa de América y su zona de copas de Le Cabrera
Dentro del propio Palacio de Linares, para el que muchos, yo incluida, es un palacio lleno de fantasmas. Resulta gracioso, y un pelín excitante ir al baño, el cual se adentra un pelín en la gran mansión y recordar que cuando era niña, mi abuelo nos decía que había fantasmas…, historias que cobran sentido años después…
Venga!, llenemos los ratitos que nos dejan libres de planes divertidos, de conversaciones, piscina y tapas…
Por un Agosto lleno de posibilidades en la ciudad!!!
Buenos días!