Desde este pequeño cajón de sastre donde los muñecos respiran y gruñen comienzo a escribir. Ya es media noche y suspiro al pensar en lo que todavía me queda por delante. El silencio se rompe a cada rato con su pequeña protesta de inconformismo.
Como decía, comenzaba a escribir…
… me propuse como norma el redactar algo positivo, lleno de colores (fullcolor), y me cuesta arrancar. Puedo comenzar en la vuelta hace unas horas con música de hace tiempo. Sin querer me he visto rodeada de muebles nuevos, baratos y nuevos, una alfombra naranja y un espejo con el marco de caramelos y con la libertad de poder innovar a mis anchas, descubriendo a cada paso y con la càmara siempre guardada en el bolso.
… y como si todo eso hubiese acabado me resisto a pensar que no saldré volando a París para escapar de la jungla de asfalto, como dicen… , en unos días libres cualquiera.. a comer crepes y dnzar por sus calles mágicas sin rumbo… y pienso en retomar viejas costumbres…
Me siento mentalmente nublada y me encantaría atravesarla con una avion a cualquier parte… voy a buscar billete